miércoles, septiembre 02, 2009

Momentos triviales

—Ahora la Adriamicina, un poco de suero y después paso—dijo la enfermera.

"Ufa, la Adriamicina es la que arde", pensé.

—Bueno, no importa—dije casi susurrando.

Miré hacia el costado, al otro cubículo, el de la derecha, y allí estaba él, sentado en la camilla. A sus siete años, sonreía y jugaba. Él a la mariposa la tenía en el pecho, no en el brazo como yo. Sonreía y jugaba, y yo allí, solemnizando esos momentos triviales.

El papá a su lado sonreía, pero de otro modo, con otro color en sus ojos, con otro brillo.

Mi silla era cómoda, marrón.

Con el señor del cubículo de la izquierda, que tenía la mariposa en el brazo como yo, nos miramos y miramos al niño, y nos miramos, y miramos al niño.

En su rostro me pareció ver lágrimas, no estaba segura.

Miramos al niño, y nos miramos.

Empecé avergonzada a moquear, en silencio, disimulada. Las lágrimas empapaban todo, sin ruido.

Vino la enfermera.

— ¿Vos también sensible? El señor de ahí también. ¿Qué pasa hoy?

—Es el niño —le dije —No puedo.

***

Estaba en el ómnibus, sola, camino a casa, moqueando. Las lágrimas empapaban todo...

El niño no lloraba, sonreía. Y yo solemnizando estos momentos triviales.

5 comentarios:

  1. Qué recuerdos que traes a mi memoria!Sí que arde la magenta...
    Lo escribiste de una manera muy tierna.
    Duele mucho ver a los niños en esa situación.

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  2. nena, me hiciste llorar nenaaaaaaaaaaa!!!

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  3. Bienvenida Ceci, me encanta compartir con ustedes, los únicos lectores de este blog secreto.
    Beso, yo también lloré mucho ese día.

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  4. Aun vivo momento similares .... y sin esas sonrisas.. como seguir???

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  5. Anónimo, cómo seguir es muy peronal, yo sería una idiota si te diera consejos. Solo te puedo comentar que ese momento para mi fue un punto de partida a la vida que tengo hoy, que sin ese punto de partida estoy segura de que no existiría. (un ejemplo de eso es este blog y recibir este mensaje que me emociona)Es raro y uno no lo ve cuando está enterrado en ese momento, pero te invito a a sacar la cabeza, y esperar lo mejor. Y estoy atenta a como sigas, te deseo lo mejor de corazón.

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