
La Terminal se me representaba como una película, con brillos y risas.
Gente llegaba. Gente se sentaba a esperar y gente partía a sus hogares a festejar año nuevo.
Nuevas gentes llegaban y partían.
Y mas personas llegaban y se iban.
Yo solo lloraba. Lloraba sin poder parar, lloraba inundando la tierra entera con mis lágrimas.
Lloré hasta medianoche, sola. La terminal ya en silencio era mi compañía, y afuera se escuchaban los fuegos artificiales.
Lloré esperando el ómnibus a casa. Solo necesitaba llegar.
Gente llegaba. Gente se sentaba a esperar y gente partía a sus hogares a festejar año nuevo.
Nuevas gentes llegaban y partían.
Y mas personas llegaban y se iban.
Yo solo lloraba. Lloraba sin poder parar, lloraba inundando la tierra entera con mis lágrimas.
Lloré hasta medianoche, sola. La terminal ya en silencio era mi compañía, y afuera se escuchaban los fuegos artificiales.
Lloré esperando el ómnibus a casa. Solo necesitaba llegar.
Lorena, recuerdo el texto,cuando lo leíste me conmovió mucho, como ahora que terminé de leerlo, fue una experiencia muy buena la de historia personal.
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