martes, septiembre 08, 2009

Algunos de Historio personal

SEGUNDOS

Su respiración era muy irregular, imperceptible. Yo, acostada a su lado en la cama, lo miraba. Cuidándolo, esperaba.

En casa había mucha gente, pero en el cuarto solo los tres.

La abuela Aída estuvo allí, en el sillón viejo marrón, se quedó siempre a mi lado, también mirándolo, y cuidándome.

Con temor puse mi mano en su pecho, lo escuchaba, lo sentía.

Pensé lo terrible de nunca haberle dicho que lo amo, por orgullosa, por rebelde.

—Te amo papá—susurré tímida y avergonzada cerca de su oído. En la ilusión de que me escuchara.


EL ADIOS

Mamá estaba sentada a mi lado.
El murmullo continuo de personajes que alternaban sus presencias no dispersaba mi atención. Tampoco la puerta que se abría y cerraba a cada segundo en otra habitación.
Mi mirada, siempre estuvo fija en él, y en los que se acercaban para despedirse.
Desde el pasillo se colaba el usual aroma a café de estos eventos, mezclándose con la inevitable presencia floral.
Una señora se acercó a él y lo tocó en el rostro, con intimidad.
No sabíamos quien era.
Bromeé con mamá.
—¿Esta no será una amante mami? Un poco averiada la señora, mal gusto tenía papá.
Mamá sonrió avergonzada y entre risas nerviosas me dijo:
—Laurel, qué horrible, no hagas eso.
También reí, negándome el dolor, solo por un instante, del que desperté.

2 comentarios:

  1. Negarse no sirve. La realidad es la verdad...

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  2. Es verdad Onalem, pero un segundo de negación es lo que a veces necesitamos para tomar impulso y juntar coraje para enfrentar realidades que golpeen fuerte. Y coraje es lo que sobra por aquí... no te preocupes.

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