Recibo débil tu rudeza
en mi piel suave
sello fracturas
donando grietas
entrego mi carne tibia
como lecho de tu fuerza fría
doblego mi orgullo
ante tu soberbia
claudico
te lleno
vacío
enciendo tu noche
con mi luna entera
me rindo
permito
colmo mi cáliz con tu dolor tenaz
y lo transformo en vida
gozándote
plena
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