Sonríe
sosa
sin enigmas
ha perdido el misterio.
Llana observadora,
es invisible ante la sed persistente de cuerpos ávidos
que cruzan sin verla.
No la olfatean las almas tísicas
ya no emana jugos atrapantes
para muertos
ya no hay incógnita.
Imperceptible su figura
ya no deja estelas para espectros
se ha vaciado de embrujos
o espejismos.
Su carne
ya no frágil
no cautiva buitres
no es alimento de miserias
no aviva inconsciente llamas de egos hambrientos
aunque incrédula
absuelta
al fin leve
desborde calor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario