jueves, octubre 01, 2009

Estrellas fugaces


Del cielo intensamente negro colgaban esas estrellas únicas y brillantes que me recordaban a mi cielo artiguense.


Él, acostado en la arena, tranquilo, sostenía mi mano, jugando con mis dedos, mirándome con una sonrisa silenciosa, en una paz que me elogiaba.


Yo no dejaba de parlotear, extasiada por esa aventura brasilera de verano.


Mas maduro, creo que conciente de la fugacidad de aquel momento, disfrutaba cada segundo, suspendiendo cada instante, e intentando hacer parar “a aquella jovencita”, que no podía parar.


Me atrajo hacia él, lentamente, haciendo que recostara mi cabeza en su pecho, y nos quedamos allí, escuchando las voces del mar.
On the road 4

8 comentarios:

  1. Qué sabios que son...!
    Saben cómo hacernos callar!

    ResponderEliminar
  2. jajajaja, tu visión diferente!!!
    Gracias Eli por andar por ahí.
    Cariños!!

    ResponderEliminar
  3. Una noche estrellada, el mar y el amor a tu lado.
    No se puede pedir más.
    Yo también quiero ese universo con tres únicas cosas, ¿para qué más?.

    Me ha gustado.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  4. Bienvenido Jesús, un placer recibirte!! Gracias por tu comentario.

    ResponderEliminar
  5. Guau!!! Hasta Jesús te hace comentarios!!!!!!!!!!!Te vas para arriba Lore!!!!

    ResponderEliminar
  6. Jajajja, viste!!! Jesús es un romántico español Eli, que me atreví a visitar su blog!!! Es muy sensible, y sus textos son muy lindos.

    ResponderEliminar
  7. mirá que estás pícara Laurel, parece que en todos los mundos: virtual, onírico y real? (todos son real en realidad)

    ResponderEliminar
  8. Ceci!! Lo decis por el texto? Es historia real pero de cuando tenía 16 años!!!! Ya no estoy para esos trotes!!! jajajaja. No sé por qué quedó como sueño, lo cambio.
    Beso

    ResponderEliminar