¿Qué hay después de la muerte?
¿Qué sentido tiene el amor en la vida?
¿Cuál es la función del sexo?
¿Qué aporta trabajar?
¿Para qué ser fuertes?
Pensando en el sentido real de la existencia…ese sentido profundo…el sentido verdadero de la existencia del “ser” y no del cuerpo caminante:
¿Para qué todo eso?
Lo lindo y lo feo.
La felicidad y la tristeza.
La riqueza o la pobreza.
La resolución o la paralización.
La debilidad o la fuerza.
La inseguridad o la certeza.
¿Acaso nos distinguimos unos de otros en realidad?
¿En realidad es mejor ser fuerte que débil?
¿En realidad para el propósito último de la existencia son importantes todas esas características o etiquetas?
¿Lo son?
“Es mejor ser inteligente que lento, culto que ignorante, espiritualmente evolucionado, rico en dinero que pobre, es mejor ser feliz que desdichado”
¿Pero mejor para qué?
“Mejor para seguir el viaje con más herramientas”
¿Pero qué viaje? ¿El verdadero viaje del alma en el infinito universo? ¿O es que solamente es mejor para este corto paseo de 50 o 60 años por este lugar? Por ponerle un plazo.
Y aunque lo sea para este paseo… ¿Será realmente importante para el viaje real?
No lo sé, no lo sé, quiero entenderlo, pero no lo sé.
Tiendo a creer que nada de eso importa.
Tiendo a creer que da igual.
Tiendo a creer que las diferencias en la esencia no son diferencias.
Y que la soberbia de quienes se creen diferentes, o superiores o mejores, o peores, o inferiores, no es más que la venda en sus ojos a la inevitable realidad, de una verdadera existencia de homogeneidad.
Pero solo tiendo a creer.
No lo sé.
¿Qué sentido tiene el amor en la vida?
¿Cuál es la función del sexo?
¿Qué aporta trabajar?
¿Para qué ser fuertes?
Pensando en el sentido real de la existencia…ese sentido profundo…el sentido verdadero de la existencia del “ser” y no del cuerpo caminante:
¿Para qué todo eso?
Lo lindo y lo feo.
La felicidad y la tristeza.
La riqueza o la pobreza.
La resolución o la paralización.
La debilidad o la fuerza.
La inseguridad o la certeza.
¿Acaso nos distinguimos unos de otros en realidad?
¿En realidad es mejor ser fuerte que débil?
¿En realidad para el propósito último de la existencia son importantes todas esas características o etiquetas?
¿Lo son?
“Es mejor ser inteligente que lento, culto que ignorante, espiritualmente evolucionado, rico en dinero que pobre, es mejor ser feliz que desdichado”
¿Pero mejor para qué?
“Mejor para seguir el viaje con más herramientas”
¿Pero qué viaje? ¿El verdadero viaje del alma en el infinito universo? ¿O es que solamente es mejor para este corto paseo de 50 o 60 años por este lugar? Por ponerle un plazo.
Y aunque lo sea para este paseo… ¿Será realmente importante para el viaje real?
No lo sé, no lo sé, quiero entenderlo, pero no lo sé.
Tiendo a creer que nada de eso importa.
Tiendo a creer que da igual.
Tiendo a creer que las diferencias en la esencia no son diferencias.
Y que la soberbia de quienes se creen diferentes, o superiores o mejores, o peores, o inferiores, no es más que la venda en sus ojos a la inevitable realidad, de una verdadera existencia de homogeneidad.
Pero solo tiendo a creer.
No lo sé.
Me he hecho esas preguntas tantas veces!!
ResponderEliminarY encuentro solamente una palabra que ayuda a lograr la meta de un posible equilibrio(dijeran los sabios griegos: hay que tomar el equilibrio como la meta final de las cosas), y la palabra es: relativizar, pero REALMENTE relativizar casi todo y quedarnos con el puñado de afectos que son lo único que tenemos!!
MB!
:)
Qué gracioso Suequi, a veces pienso lo mismo, en la importancia de relativizar, pero lo pienso cotidianamente. Hay gente que complica y solemniza todo y de todo hace un mundo, yo le llamo simplificar pero nunca lo había visto como algo realmente importante...Lo voy a pensar
ResponderEliminarBeso y gracias.
Simplificar, relativizar, priorizar, TODO eso es lo que hay que hacer. Yo también lo hago a diario, laurel, será porque agradezco a la vida que, habiendo pasado por cosas duras, tuve la enorme suerte de salir de ellas indemne. ESA suerte, es la que hay que valorar,no? Y como te dije, lo hago a diario, cuando veo bien a mis hijos, sanos, mis amigos, mis afectos. El hoy es lo que tenemos, el ayer, se fue, no existe, y el mañana tampoco, hoy y mais nada. Por ej. hoy me voy a pasar la tarde con mi nietita Josefina, que es un sol,¿le puedo pedir algo más a la vida? Es sana, soy una privilegiada.
ResponderEliminarQué lindo intercambiar estas cosas, porque reafirma más y más, el único camino a seguir.
Beso y gracias a vos x compartir estas cosas.
Creo que hay determinados momentos en que nos realizamos todas esas preguntas o por lo menos algunas de la lista. En mi caso los cuarenta fue un llamado de atención, hice un parate, mire a mi alrededor, trate de elevarme y ver la escena desde arriba, y muchas preguntas me vinieron a la cabeza ... no fueron dramaticamente , pero si con incertidumbre : si estaba en el camino correcto, que debia cambiar YA ¡ mi hijas con 12 años , si ayer tenian 5 .. mi matrimonio, mi cuerpo...
ResponderEliminarTambién agradezco a Dios lo privilegiada que soy tengo salud, amor, paz, trabajo... listo no hay nada mas que pedir, pero .. igual cada tanto tiempo no viene mal un repaso .
Uff que catarcis chicas, de que vamos a hablar el 11 ??? jeej un beso a las dos
Te entiendo Cala, yo tampoco lo veo como drama, es solo duda, necesidad de saber. Y no puedo evitarlo...
ResponderEliminarJajajaj, el 11 no hablaremos de infinitos ni universos, ni existencia, ni prioridades... Sí hablaremos de lo rica que le va a salir la isla flotante a Eli.
Besos