Adicciones secas

Un cuerpo cualquiera
y el tuyo
muchos cuerpos
y el tuyo
devorados
matando hambre
hambre espejismo
que en el desierto
no se va

Un cuerpo
muchos cuerpos
deseos persistentes
tripas vacías
que en el desierto
no se sacian

Sentados en este oasis de frescura
con telescopio en mano
otros miramos el desierto
sus animales hambrientos
nos enternece la búsqueda inútil

Tu cuerpo barato
muchos cuerpos hambrientos
tripas vacías
hambres ilusorias
que en el desierto de la ceguera
nunca se van a colmar

Espejismos de otros

Nimias ilusiones
humanidades disociadas
ceguera
hambre ficticia
sentida
negada
jugadores pequeños
persiguiendo su inmortalidad
sin entender que nacieron
con  título de propiedad.

Acá debería ir una entrada sobre una inmensa, serena y envolvente sensación de sólida libertad.

Pero no supe como escribirla.

Adheridos

Corazón

tu boca  lejana

aviva mi sed instalada

dejas de sentirme

intento en vano

embestirte

filtrarme en vos.

Tu nada se clava

en mis venas secas

ávidas por tu piel erizada

me derramo en tu regazo

deseando  ser devorada

desaparecer

disolverme en tu saliva.

Recuesto mi cuerpo

entero

rendido

en tu fuerza  contenida

me  estremezco

esperando tu embestida

siento  que  gozas

conmigo

negando el olvido

No hay lugar para el dolor

te filtras en mí

tu sed de mi boca se aloja

en cada poro

de mi matriz hechizada.

No dejo de sentirte

tu presencia permanece

y me gusta

aunque te alejes

ignorando mi calor.

Adiós pasiones doloridas.

Por qué la pasión se asocia con imposibles a veces, o con sufrimiento posterior, o con deseos no logrados o amores prohibidos, o  perdidos añorados?

No puede ser divertido?
No podemos sentir alegría a medida que nuestro amor lame nuestra piel, invade nuestro vientre y nuestro sexo con el suyo, con sus manos, su boca,  y  reírnos juntos por pertenecernos, desearnos, encendernos, incendiarnos, y sorprendernos con ideas locas de nuevas formas y lugares divertidos donde explotar nuestros sentidos?

Nunca leí poemas en que la pasión sea feliz.
No entiendo.
Quiero probar calcinarme en la alegría y desestimar tanta agonía.

Instructivo

La combinación que enciende el motor de mi ansia

palabras 

palabras 

palabras

manos y bocas que hablen al unísono

sin dejar espacios de silencio

labios que invadan

que aturdan mi máquina imparable de conciencia autoritaria

letras que dominen mis circuitos

voz que me impida pensar

que haga que se cuelgue

como computadora mareada

mi razón dominante

que distraiga 

anule

imponga la deserción del pensamiento

ser embestida

por un animal de estímulos

que me saquen del camino

que me haga volcar

perder el control

para poder levitar

Inanición

rauda amnesia

dolor esquivo

eficiente indiferencia

que no nutre

empuja al olvido

Apariencias vanas

No es el sonido
del  flautista siniestro
bien podría no tener flauta
ser mudo

no son sus trajes vitales
ni sus letras negras
virtuales

no es su mirada de felino hambriento
cazador solapado pero ingenuo
agazapado devorador
rendido a creencia de seducción añeja
irrisoria
cazador flautista tenebroso
voraz

no importa su talento inútil
rata no ve
ni escucha
responde a olor
que se filtra por los poros
desde el alma del flautista a la alcantarilla

rata reacciona a brisa que avanza
envolviendo
intoxicando
podrida fragancia en apariencia
que el cazador no atisba a sentir en si mismo
por lo rancia
por lo instalada
en su cuerpo
en el tiempo

nicotina en piel de fumador viejo
olor
carne muerta
vida fértil
alma seca
óbito inminente.

Ángel fresco renacido
en traje de rata dolorida
sigue esencia encubierta de ese olor

ofrece su sangre incauta
limpia
carne libre
viva
para ser devorada

en ritual de resurrección.

Canibalismo

Locura filtra
reseca
mi sangre sediciosa
que se subleva
contra realidad forzada

alma carnívora tras nuevas pieles
acechando otras ratas
enferma mi carne dócil

espontánea
mi sangre
se derrama libre hacia su copa
ignorando mi autoridad represora

sangre
anárquica
agoniza
por su boca.

Asustadiza

REPLIEGUE

encapsulada de repente

la incipiente euforia trunca.

caracol

que asoma ingenuo su cabeza y avizora una amenaza

quebradiza

los tentáculos replegados

para no sentir

sin acomodo

un poco dolorida

un poco desorientada

un poco

de todo