sábado, agosto 13, 2011

Las calles atiborradas
yo sola
pero entera.
La sonrisa renacida
de la nada,
de la misma nada
que la asesinó,
desconcierta a mi razón
pero entra en consonancia
con algo distinto,
que no necesita pruebas
ni éxito
para estar ahí,
aquí.
Y mi guerrera resurge
del olvido
y ya puedo usar
el cuchillo
para cortar las dependencias
y tristezas
que me llevaban
a morir.

2 comentarios:

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  2. Lo publiqué Mage, pero después pensé que quien sabe preferías que no lo hiciera, lo que decis es eso mismo, no sé si leiste "El sentido de la Enfermedad" de Jean Shinoda Bolen, es impresionante, si podes leelo. Me aclaró el alma, fue un antes y un después. Te aprecio mucho!!! Y te deseo y nos deseo, lo mejor, y lo mejor es eso, entender que "Lo que nos pase" no es el tema, sino "Cómo lo sentimos" y todo, hasta el cáncer y la muerte se pueden sentir de distintos modos, con tristeza y amargura o con paz y alegría. Como decís a veces no parece fácil pero cuando empezas el camino, empieza a serlo. Y además una caída de vez en cuando no importa, nos levantamos de nuevo y seguimos pa´ delante!! Besito.

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